Una de las causas más comunes de emergencias dentales en los niños son las caídas. Lo que se presenta con mayor frecuencia es la rotura o golpe de los dientes antero-superiores (los conejitos). Según los estudios, un tercio de los niños con dientes de leche sufre de algún traumatismo en la región bucal. Los niños que pertenecen al "grupo de riesgo" son los de 1 a 3 años y predominantemente hombres. Ya que en esta edad el niño está empezando a levantarse solo, a andar, a correr e intentar ser independiente, pero aún sin coordinación motora que le permite movimientos firmes y seguros.
En caso que se presente un traumatismo, los pasos a seguir son los siguientes:
1. Mantenga la calma.
2. Limpie las heridas sangrantes con suero o agua corriente.
3. Controle el sangrado por medio de presión local aplicada con un pedazo de algodón o tejido (gasa), por 5 minutos.
4. Si las lesiones de piel necesitan suturar, diríjase al cirujano plástico.
5. Si hay lesiones dentarias, diríjase al odontopediatra.
En caso que exista alguna lesión en la boca, esta puede ser que el diente salga completamente de su lugar (diente arrancado), que el diente se rompa o que la lengua o el labio presenten alguna herida por una mordida o por la misma caída.
En caso que el diente sea arrancado totalmente de su lugar se debe llevar al niño y al diente a un odontólogo de inmediato. Para esto, se debe colocar el diente en un recipiente con leche o saliva del niño. Si no es posible, simplemente utilizar agua común y llevar al niño al consultorio de un odontólogo dentro de los siguientes 30 minutos si fuera posible. No se debe tratar de limpiar el diente ni tocar la raíz de este.
En caso de un diente roto, se debe limpiar cuidadosamente la suciedad de la zona con agua, colocar compresas frías en la cara en la zona del diente lesionado. Aplicar presión directa a la zona sangrante, con una tela limpia e ir al consultorio de un odontólogo. En muchos casos los golpes en los dientes pueden producir lesiones a nivel del nervio, es por esto que se debe llevar al niño al especialista para que este tome radiografías de la zona y pueda evaluar las lesiones internas que se pueden haber producido.
En caso de una herida en el labio o la lengua, se debe aplicar presión directa en la zona sangrante con una tela limpia. En caso de hinchazón aplicar compresas frías, y en caso el sangrado no cese se debe dirigir a la sala de emergencias de un hospital.
Debemos siempre tener en cuenta que un golpe a nivel de los dientes no siempre va a presentar una rotura visible, por lo que siempre hay que llevar al niño al odontólogo para que este tome una radiografía y evalúe si no existe algún tipo de fractura a nivel de la raíz o alguna lesión en el nervio del diente. Esto se debe hacer en caso el diente sea de leche o permanente. Una lesión en un diente de leche puede llevar a una infección en la zona o a la lesión del diente permanente sucedáneo. En la mayoría de los casos, no podemos evitar que los niños sufran estos pequeños accidentes, es por eso que debemos estar preparados para saber cómo reaccionar en el caso de que ocurran.
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