viernes, 21 de mayo de 2010

La primera visita al dentista

Una de las preguntas que siempre me hacen las nuevas mamás es: cuándo debemos llevar al bebé por primera vez al dentista?. Idealmente, la primera visita al dentista debe ser cuando el bebé se encuentre en el vientre materno. Ahora ustedes me dirán.... pero eso no tiene sentido!. Bueno, claro que tiene sentido, la caries dental es una enfermedad infecto contagiosa. Por lo mismo, los bebés nacen sin las bacterias formadoras de la caries dental y es generalmente la madre la que le transmite estas bacterias. Entonces cuando una mujer está embarazada o antes de salir embarazada debería ir al dentista para que este cure todas las caries y elimine los posibles focos infecciosos, y de esta manera reducir la cantidad de bacterias que esta pueda tener en su boca.
Existen también otros factores por los que una futura mamá debe ir al odontólogo antes de dar a luz o antes de salir embarazada, pero esto será discusión de otra entrada.
Se dice que el futuro bebé de una madre sana tiene hasta 50% menos probabilidades de desarrollar la caries dental en los primeros 2 años de vida, es por esto que es mejor que la madre se encuentre sana para cuidar a su bebé. Pero cómo es que la madre puede contagiar al bebé?, es muy sencillo, todas soplan la comida para enfriarla, o prueban el biberón, o le dan besos cerca o en los labios de sus hijos. De todas estas formas y más se pueden transmitir las bacterias.
Una vez nacido el bebé, a qué edad deben llevarlo a revisar? La recomendación es entre los 6 meses y un año, cuando a este le hayan salido los dos dientecitos de abajo o si es que hasta el año no han salido, se lo debe llevar también. Esta visita sirve para que el especialista pueda observar que el desarrollo de los dientes y maxilares sea normal, además para poder instruir a los padres en la limpieza y cuidados que se deben realizar. La prevención iniciada tempranamente puede garantizarnos niños sin caries y muy probablemente adultos sin caries.
Tengan en cuenta que todo lo que se aprende en los primeros años de vida forma las bases para una conducta adecuada en las edades subsecuentes. Por último, tengan en cuenta que la prevención primara no es sólo ideal del punto de vista biológico, que sin duda es el más importante, sino también del económico. Es mucho más fácil, menos molesto y más económico realizar limpiezas cada tres o seis meses a realizar procedimientos más complejos que impliquen la colocación de anestesia, dolor y una futura aversión al dentista.
Por todo esto, lleven a sus niños al odontólogo desde que aparezca el primer diente en boca y van a poder observar como se forma una generación sin caries y sin miedo al dentista.



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